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viernes, 14 de agosto de 2015

¿De quién es la película?


La semana pasada se estrenó en Estados Unidos, México y muchas otras partes del mundo la nueva versión cinematográfica de “Los 4 fantásticos”, en esta ocasión dirigida por Josh Trank y protagonizada por Miles Teller, Kate Mara, Jamie Bell y Michael B. Jordan.

La trayectoria cinematográfica de este famoso equipo de superhéroes de Marvel ha estado llena de tragedias. En 1994, una versión producida por el legendario Roger Corman nunca llegó a ver la luz, y en 2005, Tim Story presentó la versión que más recordamos (con Jessica Alba y Chris Evans), que aunque fue verdaderamente mala, al menos tuvo una segunda parte (aún peor) en 2007.

Antes de que la visión de Josh Trank llegara a los cines este año ya se empezaba a prever el desastre, aunque yo confieso que le tenía un poco de fe. ¿Por qué? Pues porque las imágenes del primer teaser eran prometedoras, porque Josh Trank había dirigido “Chronicle” y porque, pensaba, nada podía ser peor que las películas de Tim Story.

El primer síntoma importante de que algo andaba mal se presentó el 19 de abril, cuando estaba en pleno apogeo la “Star Wars Celebration” en Anaheim, California. Tiempo antes, Josh Trank había sido elegido como director de una de las películas antológicas de Star Wars (que se estrenarán entre cada episodio de la nueva trilogía), misma que hoy sabemos tratará sobre Han Solo. Pues bien, Trank debió estar ahí presente para el panel, pero no lo hizo. En su cuenta de twitter publicó: “Hola a todos. Estoy muy, muy triste de haberme perdido lo de hoy. Es el peor resfriado de mi vida. Escuché que le fue hermoso a Gareth. Será el próximo año.” (Se refiere a Gareth Edwards, director de la primera película antológica: “Rogue One”).

Ahí empezaron a correr los rumores que aseguraban que la relación de Trank con la producción de la película era conflictiva y le habían pedido que no acudiera a Celebration. Poco después esto quedó confirmado cuando el mismo Trank anunció su “salida” del proyecto, agradeciendo a Disney y Lucasfilm la experiencia, pero argumentando que ahora quería “perseguir oportunidades creativas originales”. Era evidente para muchos que la producción lo había orillado a tomar esta decisión, ¿pero por qué? Al parecer porque la Fox estaba muy descontenta con los resultados del director frente a “Los 4 fantásticos” y Disney no quería arriesgar.

Finalmente la película arribó a las salas hace unos días para dejar en evidencia que todo aquí había sido un caos. Yo debo aclarar que aún no la veo (soy demasiado pobre para gastar 70 pesos en una película mala), pero he escuchado y leído los peores comentarios de TODAS partes. “Los 4 fantásticos” de Trank es sin duda el mayor desastre cinematográfico del año. La crítica la destrozó (8% de aprobación en Rotten Tomatoes) al igual que el público (3.9 de puntuación en IMDb).

¿Pero quién tuvo la culpa de todo eso? Nunca lo sabremos. Trank, en un polémico tweet, dice que Fox y muchos apoyan esta teoría, pues se sabe que el estudio le quitó el corte final de la película e hizo con ella lo que quiso. Pero también se dice que Trank es una persona absolutamente conflictiva y Fox alega que éste nuca tuvo claridad de su trabajo ni supo liderar a su equipo en la producción, y por eso tuvo que entrar a “rescatarla”.

Por eso la reflexión de esta semana: ¿De quién es la película? ¿Del director o del estudio?

Pues sí, es obvio, la obra le pertenece al estudio porque es quien la produce. Pero la visión y su concepción es responsabilidad entera de los artistas contratados por dicho estudio para realizarla: director, guionista, fotógrafo, reparto, y un largo etcétera.

Y aunque todo es demasiado claro en un principio, quisiera llevar la reflexión un poco más allá. Yo estoy convencido de que la película, en realidad, le pertenece al PÚBLICO. Los artistas detrás de ella están trabajando todo el tiempo para quienes la irán a ver (o al menos eso deberían hacer), al igual que la compañía productora.

No puedo evitar pensar en el legado de Star Wars y la relación que los fans de este universo con su creador, George Lucas. Todo lo referente a esta Galaxia (muy, muy lejana) ya no es de Lucas, sino de todos nosotros, los fans. Por eso lo podemos cuestionar y sentirnos decepcionados por Jar Jar, los midi-chlorians, el disparo de Greedo, las restauraciones y el CGI. Ahora es al público al que le pertenece todo esto, es parte de su cultura, y así fue desde el principio.

Al final podría asegurar que Trank quería hacer la película que más agradara a la audiencia, a los fans del cómic y a los no fans, pero Fox también tenía en mente al público (¿un público distinto?) al momento de intervenir y quitársela de las manos. Quizás la visión original del director era una obra maestra, o quizás pudo ser un desastre aún mayor. De nada de esto estaremos seguros nunca, porque el público no puede más que juzgar lo que ve en pantalla, que en realidad es lo ÚNICO que cuenta.


Columna para Guanajuato Informa.